Siempre que decidamos comenzar una inversión debemos analizar los productos en los que vayamos a invertir y establecer un plan que se adapte a nuestra personalidad y estilo de vida. Si queremos que nuestra inversión prospere y no acabe en fracaso, dicho plan deberá cumplirse al 100%. Por ello el éxito de las inversiones depende del equilibrio entre diferentes factores.
1- Equilibrio entre rentabilidad y seguridad
Sabemos que la rentabilidad siempre va ligada al riesgo, así que algo muy importante es no ser demasiado ambiciosos y dar prioridad a los activos más seguros frente a los activos que ofrezcan rentabilidades más atractivas. Una buena cartera siempre estará diseñada priorizando la seguridad.
«Una mayor presencia de productos de alta rentabilidad en la cartera suele ser el principal error que cometen los inversores de perfil más arriesgado»
2- Equilibrio entre aportación y objetivo
Conseguir que un plan de inversión resulte exitoso requiere de paciencia, esfuerzo y disciplina. Si la inversión fuese algo fácil todo el mundo invertiría y ganaría. Es por esto que debemos fijar un objetivo razonable, y realizar aportaciones recurrentes. Las aportaciones no deben suponer un esfuerzo que afecte a nuestra calidad de vida. Generalmente entre un 10% y un 15% del salario suele ser buen porcentaje.
«Fijar un objetivo demasiado ambicioso suele ser error común, ya que provoca el fracaso de la inversión al tener que paralizar las aportaciones o retirar fondos ante la primera situación inesperada que se presente»
3- Equilibrio entre tranquilidad y «hambre»
Al comenzar una inversión debemos tener en cuenta que vamos a poner en riesgo nuestro dinero. Es muy importante es que nuestra inversión nos permita dormir tranquilos cada noche. Nunca se deben invertir fondos necesarios para vivir, y si la inversión nos genera inquietud o nerviosismo, deberemos reajustar el riesgo o reducir las aportaciones.
«Las inversiones deben aportarnos diversión, nunca inquietudes»
4- Equilibrio entre activos
Toda cartera de inversión digna debe estar compuesta por diferentes activos de diferentes sectores, países y continentes. Al diversificar protegemos nuestra cartera ante las posibles causas que puedan afectar a un determinado país (por ejemplo un atentado), sector (por ejemplo industrial, en caso de aumento de los costes de producción) o activo (por ejemplo criptodivisas, en caso de una importante bajada de su cotización).
«Centrarse en activos de un mismo sector es un error importante que cometen algunos inversores»
5- Equilibrio entre plazo y objetivo
El tiempo es clave en la evolución de las inversiones, gracias al paso de los años nos beneficiamos del interés compuesto, debemos ser conscientes de ello y no tener prisa en lograr nuestro objetivo, a mayor plazo menor esfuerzo.
«El paso del tiempo y la magia del interés compuesto harán la inversión cada vez más fácil»
6- Equilibrio entre corto y largo plazo
Si queremos que nuestra inversión crezca a un mayor ritmo, una pequeña parte de los activos de nuestra cartera deberán buscar rentabilidad a corto plazo, ya que de esta forma conseguiremos rentas que reinvertiremos y comenzaran a trabajar para nosotros. Pero siempre manteniendo cautela y la visión del objetivo a largo plazo.
«A corto plazo obtenemos intereses que pronto empiezan a trabajar, a largo plazo obtenemos seguridad»
Como podéis ver, tener en cuenta los diferentes «equilibrios» puede ser la clave del éxito de un inversor.
Si crees que ha llegado el momento de empezar a invertir y tienes dudas o necesitas ayuda para seleccionar los activos que formarán tu cartera, no dudes en buscar un asesor financiero cualificado o contacta con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte y como siempre, nuestra ayuda es 100% gratis.